Salud mundial lactancia materna
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La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses. Pero, ¿cómo hacerlo si hay que volver al trabajo? En Bélgica existen algunas medidas para ayudar a las madres a dar el pecho durante el mayor tiempo posible y para ayudar a las que se reincorporan al trabajo sin dejar de dar el pecho.
En Bélgica, si bien no existe un permiso de lactancia remunerado (a no ser que el entorno de trabajo suponga un riesgo para el bebé amamantado; véase más adelante), puedes solicitar un permiso de lactancia no remunerado, durante el cual tu contrato de trabajo sigue siendo válido.
Puede acordar la duración del permiso con su empresa, pero tenga en cuenta que, para garantizar la continuidad de la cobertura de la mutua, este permiso debe tomarse dentro de los cinco primeros meses tras el nacimiento de su bebé.
Cuando se toma un permiso de lactancia no retribuido, no se obtiene ninguna protección especial contra el despido (a diferencia de lo que ocurre cuando se vuelve al trabajo y se toman descansos oficiales para la lactancia – véase más adelante).
En este caso, una vez que le comunique a su empresario que está dando el pecho, éste se pondrá rápidamente en contacto con el “medecin du travail” / “arbeidsgeneesheerdoctor” (médico de salud laboral), que evaluará la situación y hará una recomendación.
Embarazo
Cada año, en agosto, celebramos el Mes Nacional de la Lactancia Materna. Es una oportunidad para reconocer la importancia de la lactancia materna y considerar los retos que aún tenemos por delante para garantizar que todas las madres puedan amamantar si así lo desean. El permiso remunerado es una herramienta esencial para establecer y mantener la lactancia materna.
Cada año, en agosto, celebramos el Mes Nacional de la Lactancia Materna. Es una oportunidad para reconocer la importancia de la lactancia materna y considerar los retos que aún tenemos por delante para garantizar que todas las madres puedan dar el pecho si así lo desean. Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan muchas mujeres a la hora de dar el pecho es la ausencia de permisos remunerados tras el nacimiento de su hijo. Estados Unidos es uno de los dos únicos países en todo el mundo que no ofrece ningún derecho nacional a la baja por maternidad remunerada, junto con Papúa Nueva Guinea.
Mientras trabajamos para conseguir un permiso remunerado completo a nivel federal, los estados están dando un paso adelante al promulgar sus propias leyes de permiso remunerado que ya están proporcionando resultados reales a familias reales. Por ejemplo, en California, un importante estudio descubrió que el uso del programa estatal de permisos familiares remunerados duplicaba con creces el número medio de semanas de lactancia. El mismo estudio descubrió que entre las trabajadoras con empleos de baja calidad, el uso del programa aumentaba significativamente el porcentaje de mujeres que iniciaban la lactancia. El apoyo a la lactancia materna es sólo una de las muchas maneras en que sabemos que los permisos pagados funcionan para las familias trabajadoras.
Lactancia materna hasta los 2 años
La vuelta al trabajo puede ser la primera vez que te separes de tu bebé durante un periodo prolongado. Puede ser un momento difícil para ti y para tu bebé. Seguir dándole el pecho es una forma de mantener la estrecha relación que habéis establecido, proporcionando a tu bebé una comodidad y seguridad adicionales. Las madres que no se sienten a gusto dejando a su bebé cuando vuelven al trabajo suelen descubrir que seguir dándole el pecho les ayuda a sobrellevar mejor la situación.
La leche materna protege a los bebés contra las infecciones, por lo que los bebés amamantados tienen muchas menos probabilidades de sufrir afecciones graves como gastroenteritis, infecciones respiratorias, infecciones del tracto urinario e infecciones de oído. La lactancia materna se asocia a un menor riesgo de padecer enfermedades infantiles posteriores como eczemas, asma, sibilancias y diabetes.
La lactancia también protege la salud de la madre. Las madres que dan el pecho tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama, algunas formas de cáncer de ovario y fracturas de cadera como consecuencia de la osteoporosis en la vejez.
Debido a los beneficios de la lactancia para la salud, los profesionales de la salud recomiendan dar el pecho de forma exclusiva al menos durante los primeros seis meses (esto significa que el bebé no necesita ningún otro alimento o bebida que no sea la leche materna durante este periodo). Después, la evidencia científica es que cuanto más tiempo se pueda continuar con la lactancia materna (a la vez que se introduce al bebé en la alimentación sólida), mayores serán los beneficios para la salud de usted y de su bebé. En algunos casos, la lactancia prolongada puede ser necesaria, por ejemplo, si tu bebé es alérgico a la leche de fórmula o de vaca. En cualquier caso, recuerda que cualquier duración de la lactancia os habrá beneficiado a ti y a tu bebé.
Cuándo hay que dejar de dar el pecho
Planificar con antelación tu vuelta al trabajo puede facilitar la transición. Infórmate todo lo que puedas antes del nacimiento del bebé y habla con tu empleador sobre tus opciones. Planificar con antelación puede ayudarte a seguir disfrutando de la lactancia de tu bebé mucho después de que termine tu permiso de maternidad.
En el trabajo, tendrá que extraerse leche durante las horas en que alimentaría a su bebé si estuviera en casa. Por regla general, en los primeros meses de vida, los bebés necesitan tomar el pecho entre ocho y doce veces en 24 horas. A medida que el bebé crece, el número de tomas puede disminuir.
La extracción de leche puede durar entre 10 y 15 minutos una vez que te acostumbres a usar el sacaleches. A veces puede llevar más tiempo. Muchas mujeres utilizan sus descansos habituales y la pausa para comer para extraerse leche. Algunas mujeres llegan al trabajo antes o se quedan hasta tarde para recuperar el tiempo necesario para la extracción.
La leche materna es un alimento, por lo que es seguro guardarla en el frigorífico de los empleados o en una nevera con bolsas de hielo. Habla con tu jefe sobre la posibilidad de guardar la leche en un frigorífico para empleados si crees que alguien se va a preocupar. Si trabajas en un departamento médico, no guardes la leche en los mismos frigoríficos donde se guardan las muestras médicas.